Fortalecer los Proyectos


He diseñado y estoy conduciendo un servicio para fortalecer la práctica de gerencia de proyectos que ha demostrado su eficacia y practicidad en varios clientes. Si le interesa el tema, la síntesis que sigue le dará una buena idea.

Cada vez es más común encontrar organizaciones conscientes de la importancia de conducir proyectos exitosamente. La mayoría invierte en entrenar a sus gerentes de proyecto en metodologías reconocidas y algunas complementan eso con estrategias que dan soporte organizacional al esfuerzo de los equipos de proyecto.

Parte de esa estrategia es fortalecer y homogenizar la gestión de los proyectos, respetando sus aspectos particulares, pero facilitando un entendimiento común entre los equipos de proyecto y el resto de la organización. Sin ese entendimiento es imposible que la organización apoye los proyectos, y sin ese apoyo los proyectos no alcanzan los resultados.

El servicio que estoy prestando fortalece y homogeniza la gestión de proyectos rápidamente. Consiste en sesiones de trabajo focalizadas en los aspectos que generan más problemas en los proyectos. En estas sesiones se trabaja sobre un grupo reducido de proyectos que se encuentren realmente en ejecución en el cliente. A cada sesión asisten los gerentes de proyecto y  los responsables por cada área de trabajo de esos proyectos. La conducción de cada sesión está personalmente a mi cargo. Explico las buenas prácticas para un tipo de problemática específico, y dirijo la aplicación de esas prácticas en cada proyecto seleccionado. Cada participante hace el trabajo de detalle, con mi apoyo.

Las sesiones son usualmente semanales, de medio día de duración, para manejar de tres a cinco proyectos, con un total de entre seis y quince personas. El ambiente no es el de una clase, sino el de equipos de proyecto trabajando y discutiendo casos reales. Las discusiones son sobre problemas reales, de los cuales las personas conocen muchos detalles  y por los cuales tienen emociones (no son sobre situaciones imaginarias ni sobre ideas abstractas). En ese contexto ocurre verdadero aprendizaje, con estilo para adultos. Con esa dinámica ocurre el desarrollo de las personas, no meramente el acopio de conocimiento que luego pueda quedar en el estante.

El primer foco de trabajo es el esquema de seguimiento y la revisión del progreso de los proyectos, porque como están en ejecución, la mejora en estos aspectos se percibe de inmediato. Los participantes sienten satisfacción por el resultado de su esfuerzo, ven que luce mejor su trabajo y que les demanda menos esfuerzo. Sus jefes empiezan a ver más consistencia en las explicaciones y proposiciones, perciben menos excusas, sienten que vale la pena continuar con esta iniciativa y prestan más apoyo al esfuerzo.

Los sucesivos focos de atención van siendo elegidos conjuntamente, en base a la criticidad percibida. La experiencia me demostró que la atención se vuelca a la planificación. Es decir, una vez mejorado el seguimiento y la revisión, quedan de manifiesto debilidades de planificación. Entonces el foco del trabajo se vuelca sobre conceptualización, planificación, organización, requerimientos, y vigilancia del alcance.  Una vez encauzada cada mejora, se continúa usufructuándola y dándole apoyo, mientras se pone foco en las que siguen.

En paralelo con la aplicación de buenas prácticas, las sesiones tratan temas de habilidades blandas. Mucha gente que integra equipos de gestión de proyectos proviene de cargos técnicos, y tal vez aún está en esos cargos. Allí se está poco expuesto a usar esas habilidades, ya que la tarea es realizar uno mismo su trabajo. Apoyado en la discusión de los proyectos reales, expongo e impulso la reflexión sobre aspectos como comunicación humana, asertividad, motivación, liderazgo, formación de equipos, ética, negociación, resolución de conflictos, responsabilidad por la verdad, y otros.

La serie de sesiones consigue proyectos específicos mejor encauzados y con mejor chance de éxito. Pero fundamentalmente, las experiencias que conduzco logran un cambio trascendente en la gente, más importante que el aumento de conocimiento. Un cambio de actitud y entonces, de desempeño. Me gusta pensar que es un cambio que mejora personas, más que empleados. Pienso que mejora la calidad de vida de las personas. Como consecuencia, mejora sensiblemente la predictibilidad de los proyectos y el margen del empleador.

Si le interesase hablar de detalles sobre cómo impulsar una iniciativa de este estilo, considéreme a sus órdenes y hágame llegar sus comentarios.

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