Enojarse o Retirarse


Recientemente vi una entrevista a cuatro exitosos actores que han estado representando diversas obras de teatro durante los últimos veinte años. Le preguntaron a uno de ellos: ¿qué fórmula tienen Ustedes para permanecer juntos durante más de veinte años? Dijo: nos comprometimos a no abandonar ninguna discusión y no enojarnos.

Esto me quedó resonando en la cabeza. He visto muchos casos donde sucedió lo contrario, y he participado de varios de esos casos. Creo que todos tenemos para mejorar en estos aspectos, y me intriga si ellos, estos cuatro actores, realmente lograron hacerlo por veinte años!

Sospecho fuertemente que mantener por tanto tiempo las dos cosas es imposible. Me parece que hay discusiones que las abandonas o te enojas. Buscar evitar esas dos cosas ayudaría mucho a transitar un proyecto (¡y la vida!) junto a otras personas. Pero también me parece que habría que anticipar que en algunas discusiones, a alguno se le volarán los pájaros. De esa forma podríamos discutir sobre qué hacer después de que alguna de estas cosas  ocurra.

Las discusiones se parecen mucho a las negociaciones. Dicen que en estas últimas conviene concentrarse en los intereses de quienes negocian, más que en las posiciones que procuran sostener. Sospecho fuertemente que en las discusiones, análogamente, conviene focalizarse en el propósito tanto nuestro como de la otra parte. Es decir, la razón que nos hace discutir, y la razón de nuestra opinión en discusión. Estas dos razones nos parecen, a menudo, la misma cosa. Pero cuando no lo son, y no nos damos cuenta de ello, casi siempre nos enojamos.

Con ese foco en esos propósitos, me parece que hay que buscar reconocer y entender las emociones de la otra parte, quitarle lo más posible las riendas a nuestras propias emociones, y debatir sinceramente, confrontando pero sin ofensa. Es decir, buscar no ofender y estar alerta a sentirnos ofendido.

No enojarse ni abandonar discusiones, con las mismas otras tres personas, por más de veinte años, viéndose casi todos los días durante casi dos horas de función más otras tantas de preparación y despedida. ¿Realmente lo lograron? Yo no creo poder lograrlo. ¿Y Usted?

Orlando