Desafío de OPM3


Este texto se basa en la descripción sintética de OPM3 que formulé en uno anterior, cuya lectura es imprescindible si no se tiene ya conocimiento del tema. Además, es una propuesta de reflexión sobre el desafío de basarse en OPM3 para mejorar el Project Management.

Las organizaciones que adquirieron un estado avanzado de madurez tienen metodologías para las funciones clave de su negocio, mientras que aquellas que comienzan a madurar, por lo general, no las tienen. Las metodologías de las empresas maduras suelen ser de gran extensión y complejidad. Quienes las utilizan, suelen estar obligados a identificar los aspectos a adaptar o tal vez ignorar. En las otras organizaciones, los responsables de hacer el trabajo suelen tener que, digamos, “inventar la rueda”.

Entonces, las organizaciones maduras o inmaduras que están buscando mejorar su práctica real recorren el mismo camino, pero en sentidos opuestos. Las maduras están de regreso de su metodología completa. Las otras están avanzando hacia alguna metodología. La metodología práctica está por la mitad del camino, desde donde están hoy, hacia el centro de la misma ruta.

OPM3 es una herramienta orientada a facilitar la determinación de esa zona en el medio de la ruta, donde reside la metodología práctica para la gestión de proyectos, programas y portafolio. Pero es análoga a una metodología de una empresa madura, es decir, implica el desafío de identificar qué nos sirve, qué nos sobra, y qué hay que ajustar. OPM3 tiene miles de elementos de conocimiento, prácticas, estados de madurez, etc. ¿Cómo lidiar con todo eso?

En mi opinión, aplicar OPM3 es una iniciativa desafiante. Pretender usar OPM3 en forma exhaustiva sería una labor de titanes, e identificar a priori un número moderado de aspectos cuyo tratamiento brindarían una buena relación costo-beneficio requiere mucha experiencia. Pero el enfoque de modelo de madurez, la identificación de los conceptos básicos que lo integran (sintetizados en el texto anterior), y el enfoque de trabajo para diagnosticar, mejorar y sustentar es de muchísimo valor.

OPM3 debería ser un estándar “de referencia” para cualquier iniciativa seria de mejorar la práctica de gestión de proyecto, programas y portafolio. Es decir, rescatar la forma, el enfoque, pero contar de antemano con un contenido acotado.  Propongo esto con conocimiento de causa, ya que participé de un caso similar. Donde trabajaba, teníamos una extensa metodología de Project Management que impulsamos por varios años, hasta que apareció una síntesis con templates y procesos simplificados. Mantuvo el mismo nombre, seguido de la palabra “light”.

Si está impulsando mejoras a su práctica de Project Management, o si está considerando empezar a hacerlo: ¿qué opina de lo dicho en este par de textos?

Orlando Marone